En este post os vamos a presentar los Planes de estimulo económico y apoyo al emprendedor del gobierno para el 2013.
No obstante, previo a cualquier actividad empresarial se necesita la búsqueda de clientes. Esta es una tarea, que en mercados como el actual -de baja demanda-, es una de las más tediosas y que mayor esfuerzo requiere. Puede llegar a consumir numerosos recursos. Sobretodo si entramos en un mercado ya consolidado y donde nadie nos conoce. Así que habrá que generar una nueva marca y diferenciarse de la competencia. En definitiva, realizar tareas de marketing y publicidad para darse a conocer.
Sin embargo, esta actividad puede resultar frustrante si no se consiguen los mínimos objetivos deseados para el negocio. Por ello, hay que establecer unos objetivos: realistas, medibles y cuantificables para que podamos valorarlos y modificarlos cuando sea necesario. Definir nuestra estrategia, y dirigirnos a un público específico: target.
Escribo esto, porque las características del mercado actual de no creación de riqueza, están llevando a muchas personas al paro; mientras que a la vez, impide el acceso de los jóvenes al empleo. ¿Qué se plantea como solución? Auto-empleo, self-made-man, freelance, autónomo… ¡¡el EMPRENDEDOR!! Todo un cambio de paradigma de las relaciones de nuestro modelo económico. Ahora bien, si es cierto que los jóvenes somos una generación fantásticamente formada y capaz de emprender un proyecto empresarial; e incluso personas con experiencia que han sido expulsadas del mercado laboral pueden acertar apostando por una actividad económica… También es cierto, que en un contexto de no generación de riqueza, se ha de ser muy prudente para no poner en riesgo el propio patrimonio personal, lo que en última instancia podría generar una mayor pobreza a la sociedad.
Por esto, a parte de todas las medidas que favorezcan las iniciativas económicas, se ha de ser muy cuidadoso y no empujar a las personas a asumir riesgos empresariales innecesarios para los que quizás no tengan la suficiente pericia, formación o espíritu. Si es así, consultad antes con un Asesor, o acudid a algún organismo de los muchos que imparten formación relacionada con estas cuestiones. Es decir, no rebajemos el concepto del emprendedor, ni lo generalicemos como si fuese la única vía de escape a una situación económica difícil, ni tampoco obliguemos a todos los jóvenes a ser emprendedores. Lo primero, porque el emprendizaje no es una solución a la actual situación económica, sino más bien un cambio de paradigma de las relaciones entre los distintos agentes económicos -aún por definirse-. Y lo segundo, porque si un emprendedor fracasa y se arruina, fracasa también la sociedad. Porque tan emprendedor es el joven que decide montar un negocio local, como el joven que se busca un futuro mejor en otro país, o el senegalés que vende DVDs. El emprendedor es toda persona con iniciativa en la vida, que lucha por mejorar en su día a día. El emprendedor no puede ser un conformista. Es un aventurero y bienvenidas sean todas las ayudas.
Así, para concluir, mi crítica es que a menudo (sobretodo desde los 90 hasta esta parte) se nos ha tachado de ser una generación conformista a la que se lo han dejado todo hecho, pero que ahora se nos pide que emprendamos y que luchemos. Ahora que tan de moda están las novelas y películas de zombis, por favor, cuidemos la palabra emprendedor no vaya a ser que veamos emprendedores corriendo de aquí para allá como pollos sin cabeza, como zombis tratando de cumplir unos objetivos que ni ellos mismos se han marcado.
Para medidas del gobierno:
